4 ideas para facilitar experiencias que harán que tus peques amen los libros.
Los libros transportan a niños y niñas a mundos fantásticos con personajes entrañables y situaciones emocionantes. Esto permite a los peques fortalecer su imaginación y su creatividad, pero también les abre las puertas hacia una manera más amplia de ver el mundo, permitiéndoles formularse preguntas, analizar diferentes perspectivas y comprender distintos puntos de vista.
A continuación te ofrecemos cinco consejos para que fortalezcan el hábito de la lectura:
Toda aventura inicia con una pregunta. ¿Todavía quedan tesoros ocultos que no han podido encontrar? ¿Es posible que algunos dinosaurios hallan sobrevivido hasta la época de los humanos y por eso existen las leyendas de dragones? ¿Cómo era la vida en un castillo medieval?
Comparte temas curiosos con tus peques y propónles que encuentren las respuestas al leer un libro que toque ese tema. Ten la seguridad de que se interesarán por leerlo.
En tu casa: Destina un rincón especial para el disfrute de la lectura, que tenga un sillón cómodo, iluminación agradable y un librero al alcance de la mano. Así será más atractivo para ellos el tener algún momento con los libros.
Distribuye algunos libros por el resto de los espacios que suelen habitar, de tal forma que siempre haya un libro cerca.
Fuera de casa: Hay veces en que los sitios en donde vacacionas te dan espacios que puedes aprovechar para tomar descansos placenteros con la lectura (una cabaña, un parque, en la playa, etc). Cuando viajen en familia, lleven algunos libros para complementar el tiempo de disfrute.
Leer un libro requiere atención y calma. De la misma forma, destinar la atención en la lectura de un libro, trae momentos de paz.
Tanto tú como tus hijos merecen un momento de tranquilidad en sus días.
Así como muchas personas defienden varios minutos diarios para meditar, tú puedes implementar en tu casa que se destine un espacio de tiempo especial y no negociable para estar en paz frente las páginas de un libro. No importa que sean tan solo veinte o treinta minutos. Al hacerlo cada día, seguramente valdrá la pena.
Cuando lees para tus hijos: Puedes dramatizar lo que estás leyéndoles, igual que si estuvieras en un teatro, o en un programa de radio, televisión o presentación en vivo. Esto lo hará más divertido.
Cuando leen juntos: Forma tu propio club de lectura y compartan las ideas que les provoca el libro que han elegido.
Cuando leen por su cuenta: Cada libro se convierte en un tema de conversación. Aprovéchalo para fomentar no solamente la lectura, sino también la convivencia familiar.
Se trata más de que todos compartan las ideas que les provoca lo que están leyendo, más que el contenido textual. ¿Qué pensamos acerca de tal o cual cosa? ¿Estamos en acuerdo o desacuerdo? ¿Qué tanto de lo que se presenta como ficción podría ser verdad en algún contexto determinado y cuánto de lo que se presenta como verdad podría resultar inexacto?
Pon en práctica estos consejos a partir de ahora mismo y descubre los resultados que irás obteniendo.
Para empezar, te recomiendo que pruebes con los libros de Héctor Domingo. ¡Conócelos aquí!